MEDICINA

 

Un Corazón para toda la vida...

La enfermedad coronaria y sus complicaciones, siguen siendo una de las principales causas de morbilidad de los países occidentales. Muchos son los recursos que se consumen en su tratamiento y muy elevado el gasto sanitario y social que se emplea en su cuidado y restauración, hasta el punto que 2 de cada 2 camas asignadas para la alta complejidad hospitalaria son ocupadas por enfermos con esta patología. Por otro lado, las perspectivas de vida media de las generaciones que nacerán a principios del siglo XXI, superarán el centenar de años, pero antes habrá que ganar a la verdadera madre de todas las batallas "La cardiopatía isquémica".

Son muchas las opciones que se presentan a corto plazo, para luchar contra los problemas causantes de una elevada mortalidad de la enfermedad coronaria y entre ellas destacamos las nuevas herramientas que la tecnología pone en manos de los especialistas.

Desde el Laboratorio se aporta el nuevo Perfil de Daño Miocárdico (PDM) que permite con la monitorización de parámetros como la Mioglobina, la CK-MBT/M y la Troponina, determinar la intensidad, momento y presencia o ausencia de necrosis aun en pacientes con dificultades de interpretación del EKG (Hemibloqueos, Infartos no-Q), o con presentación atípica del dolor precordial. La ecocardiografía, la angiografía digital, y los estudios de viabilidad con Talio aportan a su vez datos muy exactos sobre el alcance de las lesiones.

En cuanto a los éxitos de los nuevos tratamiento, a la disminución de la mortalidad que ha supuesto ya, la generación del tratamiento con AAS a dosis más o menos ajustadas, los avances se sitúan sobre todo en el terreno del tratamiento precoz, las terapias invasivas (Angioplastias) y se empiezan a vislumbrar posibilidades en los tratamientos de Inducción Genética. En este último cabe destacar el desarrollo de la inducción genética de hiperplasia vascular en territorios isquémicos, los experimentos en este sentido apuntan a buenos resultados de esta práctica en los pacientes con S. de Raynaud, y podría ser efectivo en la revascularizacón miocárdica.

Es fundamental conseguir una buena coordinación entre los especialistas implicados, como: los Cardiólogos, Cirujanos Cardiovasculares, Intensivistas y Hematólogos, y a ellos se sumarán en breve Epidemiólogos, Endocrinos, Psicólogos y Genetistas, pues todos los conocimientos y aportaciones son necesarias si se pretende disminuir esta terrible plaga de nuestro siglo.

Pero sin duda, la asignatura pendiente sigue siendo la prevención, en la que es fundamental una educación sanitaria desde las escuelas, fomentando hábitos saludable y donde es imprescindible una política de despistaje precoz de todos los factores de riesgo implicados; Las alteraciones lipídicas, el estrés, la elevada respuesta plaquetaria (agregación y adhesividad), la hipertensión y otros factores tienen carácter predictivo y son fácilmente despistables desde la adolescencia. Por ello es preciso apoyar desde la Administración, la Industria Farmacéutica y las Fundaciones Sanitarias a todos los programas de investigación de los factores que inciden en el desarollo y precocidad de la cardiopatía isquémica.

La mayoría de los autores están de acuerdo en aceptar que la lesión miocárdica es fruto de dos acontecimientos simultáneos. Una vasoconstricción o espasmo sobre un vaso sanguíneo más o menos estenosado y un fenómeno trombótico coincidente. Nuestra misión es tan "sencilla" como evitar esa fatal coincidencia.

J. Javier Muñoz Agius