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Tierra de hombres, un viaje hacia la vida II. (Continuación)

Los primeros días, una vez decidida la puesta en marcha del programa en nuestra ciudad, Sevilla, fueron días de ajetreo y nervios ante el reto ante el reto que se presentaba y a la vez, ilusión de todo el equipo, tanto de Tierra de Hombres como del personal sanitario de la Clínica.

 Los voluntarios ya habían sido seleccionados, entre aquellos que fuesen capaces de responder al perfil de persona comprometida, pero a la vez valida para desempeñar la labor que se les pedía, por que tendrían en sus manos las frágiles vidas de unos niños a los que había que atender con diligencia y responsabilidad . Se habían hecho docenas de entrevistas, y de ellas salió un grupo humano increíble, compacto, solidario y muy preparado y concienciado de de la tarea que tendrían. Este grupo permanece a grandes a grandes rasgos, salvo las lógicas bajas (embarazos, incompatibilidad con otros trabajos..), y configuran una gran familia a la que se añaden miembros con cierta frecuencia, y que son acogidos con los brazos abiertos.

La Dra. Amelia Avalos, que se había incorporado a la Clínica en Agosto, fue un punto de apoyo para todos nosotros, demostrándonos su profesionalidad y su amistad. Desde la perspectiva del tiempo transcurrido, podemos hablar de la seguridad que siempre nos ha dado su presencia y su teléfono abierto a cualquier hora del día o de la noche. Recordamos su compañía los días de las intervenciones de los niños, estando a nuestro lado hasta que estuvieran estables en la U.C.I. Al lado de ella, codo a codo, toda la dirección medica de la clínica, a todos agradecemos la seguridad y el cariño que nos dieron. La dirección de la enfermería, con Dolores Posadillo y Teresa, a las que siempre teníamos localizadas con las llamadas a busca durante tiempo interminable de la horas de quirófanos, facilitándonos la información en todo momento de la evolución de los niños y, cuando las cosas estaban más feas, ahí estaba Lola sondando a Mouma aunque eso le costase tragarse alguna que otra lagrima. Mucha dedicación y paciencia de toda la enfermería: de control de U.C.I., de rayos... seguro Conchi que Masour recordará tus paseos a la azotea con él para tomar su medicación cuando no conseguíamos que saliera de su autismo, y tú Clara, dentro de U.C.I. como sufrías  con Mouna día a día y como todas las de esa unidad llegabais con el regalo diario y la flor, si era posible, para dar alegría a los que mas tiempo han pasado con vosotras, luchando con ellos para su recuperación.

Manuel Moreno y todo su equipo de admisión, ayudándonos con todo el papeleo y siempre pacientes ante las interminables llamadas que hacíamos cada poco para ver como estaba el niño y el voluntariado. Ana y Emilia (gobernantas), preocupándose siempre de todo lo que necesitábamos en la habitación, café de los voluntarios para sus largas horas de la noche, galletas, decoración de cuarto que no faltasen los muñecos, que francisco estuviese siempre para arreglar el video de los pequeños o cualquier otro destrocillo que hicieran. Y como olvidar a Leo, nuestro jefe de cocina y a todas las personas que están con el, haciendo menús diferentes hasta dar con lo que podía gustarle a los niños... (¡que paciencia, Pili, Paqui...todas la auxiliares de cocina, cambiando el yogurt por flan o por otra fruta para que comieran algo mas!)

Hay que destacar por la importancia que tiene dentro del programa Viaje Hacia la Vida, la labor de los Equipos Médicos que colaboran  con Tierra de Hombres. Agradecemos a estos excelentes profesionales su actitud ante la propuesta del inicio del programa en Sevilla, que fue, no solo positiva y de participación, sino de ilusión ante el proyecto y su colaboración personal día a día con nosotros, demostrándonos su gran calidad humana y amistad, ayudándonos y buscando soluciones ante cualquier problema que pudiera afectar a este programa. Igualmente su gran valentía y decisión en este proyecto, en el que no todo a sido un camino de rosas, y donde se han tenido que tomar decisiones difíciles  y arriesgadas. Recordamos por mencionar alguna, la reintervención de alto riesgo de Mouna Chikri en unas condiciones muy deficientes y donde el Dr. Infantes con todo su equipo, hicieron un trabajo espléndido, un bordado como definió algún compañero, y gracias al cual la niña se encuentra perfectamente con su familia.

 Antes de que lleguen los niños a la clínica, se produce un intercambio de información respecto a sus dossiers entre la directora medica Dra. Avalos, el Dr. Carmona, jefe de servicio de pediatría , en Dr. Carlos Infantes, jefe de cirugía cardiovascular, El Dr. J. Luis Cortacero, jefe de servicio vascular y el Dr. J. Luis Gavilán, cardiólogo infantil. Ellos determinan y coordinan las fechas de cateterismo e intervención. Hay que reconocer la valía de este grupo humano, que no escatiman esfuerzos y que no solo ellos como jefes de sus respectivos servicios, sino todos sus equipos, formando una piña de grandes profesionales, que dedican horas al estudio, seguimiento e intervención. Tiempo añadida a sus ya apretadas agendas diarias de consultas y de quirófanos, y que tienen que sacar de sus horas libres para realizar una Medicina Solidaria y , de forma altruista, salvar la vida de esos niños. Ante la marcha de ellos siempre la misma pregunta: ¿Cuando vienen los próximos?.

de igual modo, el reconocimiento es extensible a los servicios médicos de la Clínica : radiología, hemodinámica y sobre todo UCI, con el Dr. Carlos Ortiz Leyba al frente y todos los médicos que apoyan a Tierra de Hombres :Dr. Guillermo Sevilla, Dr. Celso Pareja Obregón ... y todos los que forman esta unidad, donde el niño pasa sus momentos mas dolorosos y críticos del postoperatorio y donde todos ellos, junto al personal de enfermería, consiguen con su cariño y paciencia que el niño salga adelante, logrando que un sitio aséptico y frió se transforme en un lugar acogedor, donde el niño se siente arropado y protegido.

Cuando llegaron los primeros niños, nos impresiono en el aeropuerto su cara, mezcla de sorpresa y susto ante todo el despliegue a su alrededor. ¿Que pensarían?, Nos preguntábamos. Día a día, gracias a la ternura al abrazo y a la colaboración, y esfuerzo de todo el personal sanitario de la Clínica lo fuimos consiguiendo.

En nombre de todos los niños que han pasado por la Clínica: Gracias por vuestra profesionalidad y cariño hacia ellos.

Mª Antonia Jiménez